Seguidores

domingo, 13 de marzo de 2011

Salón de la fama

Una casa llena de libros es un lugar lleno de memoria. En los lomos arrugados por la lectura destilan las canas de viejas ideas. Basta un vistazo adonde reúno los libros de piratas, leídos en la adolescencia, para comprender el romántico sentido de la libertad que me hace apoyar la lucha contra los poderes establecidos. Una ojeada a la estantería de Marcel Proust y encuentro mi infancia como una magdalena de cuando era feliz sólo imaginando. Es así cómo, al entrar en Hattrick a la página de mi equipo, y me encuentro con el Salón de la Fama, recuerdo aquellos jugadores que significaron algo especial en la historia de mi club...
...como Rafael Bretuncillos que metió el primer gol de cabeceador cuando sistemáticamente éramos vapuleados y aquello suponía un aire de esperanza. O Víctor Moreno Torre, irreductible temperamental que parecía echarle un coraje único en los momentos difíciles. El inolvidable portero Josep Gil y sus paradas antológicas ante rivales superiores. Miro a mi actual plantilla de jugadores y alineo mentalmente a los siguientes okupas del Salón de la Fama: Toledano, que fue el primer fichaje del equipo. Y se me humedecen los ojos al darme cuenta que algún día el Gran Capitán "Oh Capitán, mi Capitán" Benedicto Estévez dormirá algún día entre los ausentes. O Xavier Romasanta y sus imparables lanzamientos a balón parado. El bohemio soñador portugués Fernando Cepeda, olor a marinero. Y tantos otros, únicos e incuestionables destiladores de imaginación. Ya lo dijo John Lennon en Imagine: "Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único".
El Salón de la Fama no es un cementerio invernal para el olvido sino una biblioteca de la memoria donde saborear los recuerdos vividos en este juego y sus azares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario